Entradas

Una nueva fobia para nuestros tiempos: la nomofobia es el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. Así como sentir ansiedad cuando  pierdes tu teléfono móvil, se te agota la batería o te quedas sin minutos, o estás en zonas en donde no hay cobertura de la red.

Un nuevo nicho de trabajo para los Psicólogos: Qué hago Doctor se me acabaron los minutos!!!

¿Deseas saber si sufres de esta nueva fobia?, estas son las características de un nomofóbico:

  • Si sale de casa sin el celular , el nomofóbico regresa -sin importar cuán lejos se encuentre- en búsqueda de su imprescindible compañero.
  • En las reuniones con los amigos, en la universidad, en el trabajo, en la casa y hasta en el baño está manipulando el teléfono.
  • Cada 2 minutos mira la pantalla, aunque no espere ninguna llamada.
  • Puede olvidar todo, las llaves de la casa o del auto, los apuntes, los zapatos, cualquier cosa, menos el celular.
  • Se siente incompleto, inseguro, frágil y muy temeroso cuando no tiene el teléfono al alcance.
  • Cuando está en un sitio donde el uso del móvil no está permitido (cine, bancos, aviones, entre otros), la persona sufre de gran estrés. Al igual que un fumador adicto, busca la manera de salir de ese lugar para revisar el teléfono.

Estamos empezando un nuevo año que llega cargado de sueños y objetivos por cumplir.

Todos conocemos personas a nuestro alrededor que logran sus sueños por más lejanos que parezcan y también conocemos otro grupo de personas que sueñan, sueñan y no logran lo que se proponen. Para ayudarte a que puedas hacer realidad tus objetivos te damos unos sencillos pasos. Pues la diferencia entre las personas que no alcanzan su objetivo de las que sí lo logran está en practicar constantemente lo siguiente:

  1. Soñar con lo que quieres
  2. Ponerle fecha de culminación
  3. Trabajar para alcanzarlo.

El realizar estos pasos genera dentro de tí algunos sentimientos pues pasamos de una zona de confort a una zona de aprendizaje, en el siguiente video puedes ver la explicación más clara y divertida.

Y tú ¿Te atreves a soñar?

Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme.. Hoy sé que eso tiene nombre… seguridad.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.
Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.
Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo.
Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.
Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.
Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.
Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.
Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!
Autor: Charles Chaplin.

El miedo a lo desconocido es una cosa difícil de manejar para la mayoría de la gente. Este sentimiento nos paraliza y es el responsable de mantenernos atrapados en situaciones que no nos hacen felices. Malas relaciones, carreras ingratas y sueños ahogados a menudo vienen a la mente.

Pero, si quieres salir del atasco, romper con las cadenas del miedo y, finalmente, ponerte en el camino  hacia lo que quieres en la vida, aquí hay tres preguntas que puedes hacer para ayudarte a poner las cosas en perspectiva cuando tienes ante ti una decisión que te produce miedo:

¿Qué es lo peor que podría suceder si haces esto y fallas?

Es comprensible que nadie quiere centrarse en lo negativo. Siempre hay un riesgo de fracaso, y es importante sopesar ese riesgo. Por lo general, el riesgo es bastante pequeño (que no obtengas los resultados a tiempo, podrías perder algún dinero, o perder un par de horas). Otras veces, el riesgo puede ser realmente grande, y es importante tener claridad sobre eso también (por ejemplo que si tu paracaídas no se abre, que puedas ir a la cárcel, o tu carrera o tu reputación queden arruinadas). De cualquier manera, es importante mencionar realmente el peor de los casos aquí, así puedes tener una idea real sobre el fundamento de tu temor.

¿Cuáles son las consecuencias de no hacerlo?

Puede ser difícil tomar acción y hacer frente a las cosas que nos asustan. A menudo, puede parecer más fácil simplemente no tomar medidas, pero se trata de una elección en sí misma que trae otras consecuencias. Si optas por no hacer nada debes preguntarte:¿Qué oportunidades te pierdes y lamentarás? ¿Cómo te sentirás en 5, 10, o 20 años de tiempo, mirando hacia atrás al preguntarte acerca de lo que podría haber sido?

Muchas veces no actuar puede dar lugar a un patrón de pasividad en nuestras vidas. Nos acostumbramos a no tomar medidas y que nos hagan dudar, posponer las cosas, y seguir igual en todos los ámbitos de nuestra vida.

¿Qué pasaría si lo haces y consigues éxito?

La última pregunta que debes realizarte, ¿Vale la pena el esfuerzo? ¿Vale la pena la batalla para abrazar tus miedos y comenzar tu propio negocio, ganar una vida cómoda haciendo algo que te gusta, y trabajar en tus propios términos? ¿Vale la pena decir que por fin ya es suficiente y empezar  la dieta, perder todo ese peso que  te ha acomplejado y evitado vivir una vida más larga y saludable?
Si te centras en el beneficio, te podrás sentir mucho más motivado para seguir adelante y tomar las medidas para dejar que el miedo te detenga.

Pesar tus opciones

Una vez que tengas las respuestas a estas preguntas,  pregúntate cuál pesa más y una vez tengas claridad sobre la realidad de las circunstancias, puedes estar en una posición mucho mejor para hacer una elección informada.

«La acción no siempre trae felicidad;. Pero no hay felicidad sin acción» – Benjamin Desraili

Gástalo siendo feliz y haciendo feliz a alguien más. Los momentos que dejas pasar con sentimientos de frustración, ira, envida, son momentos de vida que has lanzado a la basura, desperdiciado.

La ira no es sólo la ira. La ira es una emoción que encubre el miedo, el dolor o decepción. Cuando te aferras a este sentimiento al que más haces sufrir es a ti mismo incluso llegando al punto de enfermarte físicamente como un reflejo en tu cuerpo de que lo debes soltar. Cuando estás enojado, te duele más porque gastas tu valioso tiempo y fuerza vital y te llenas de energía negativa. Lamentablemente, esa energía negativa a menudo bloquea e impide que la energía positiva entre en tu vida. Así que suéltalo. Aprecia a la persona con la que estás enojado y aprende a vivir con esta persona de la manera que ella o él es, saca lo bueno de la experiencia. Si alguien te molesta constantemente aprecia el hecho de que eres lo suficientemente fuerte para desvincularte de ese sentimiento. No tienes que quedarte allí, es tu elección. Déjalo ir y vive bien tu vida.

Cuando tus seres queridos, compañeros de trabajo, o incluso extraños te dicen y hacen cosas que te hacen daño, muchas veces no es realmente acerca de ti. Las personas en este mundo tienen algunos problemas serios. Y, debido a que no se ocupan de sus asuntos, proyectan esas cuestiones hacia ti. La madre que piensa que ella es la peor madre proyectará y le dirá a otra mamá lo necio y cansón que es su hijo. La adolescente que piensa que ella es fea proyectará y se burlará de otra adolescente.

Así que la próxima vez que alguien hace algo que te trate de hacer daño a ti, recuerda: Nada de lo que los demás hacen es por ti, lo hacen por ellos mismos. Todos vivimos en nuestro propio sueño en nuestra propia mente; los demás están en un  mundo completamente distinto de aquel que vive cada uno de nosotros. Cuando nos tomamos personalmente lo que alguien nos dice, suponemos que sabe lo que hay en nuestro mundo, nos sentimos ofendidos y reaccionamos defendiendo nuestras creencias y creando conflictos…conflictos que en el fondo no son realmente nuestros.

El tiempo no deja de marcar, cada segundo que vives se te va restando del que tienes en total para vivir, entonces aprovéchalo productivamente.

“Que nadie venga a ti sin salir mejor y más feliz. Ser la expresión viva de la bondad de Dios: bondad en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu sonrisa”.
Madre Teresa

“No puedes hacer un favor a tiempo, porque nunca se sabe qué tan pronto será demasiado tarde”.
Ralph Waldo Emerson

La muerte es sólo un niño de cara triste
un niño sin motivo, sin miedo, sin fervor
un pobre niño viejo que se parece a Dios.

A veces, sin embargo es tan sólo un silencio
sin pasado, sin molde, sin olor
un silencio en que ladran los perros esos perros
y uno se pregunta quiénes son.

Otras veces es una niebla espesa
que se mete en los ojos
que destruye la voz
y lo arrincona a uño definitivamente
bueno definitivamente no
tan sólo hasta que uno
se siente sin amor.

Por lo común la muerte es solamente un niño
de cara triste un niño que sale de la noche
sin motivo, sin miedo, sin fervor
un pobre niño viejo
que deja caer su mano
sobre mi corazón.

 Poema de Mario Benedetti – Más o menos la muerte.

Un maestro y su alumno caminaban de un pueblo a otro, cuando de repente se oyó un rugido detrás de ellos. Volviendo su mirada en la dirección del ruido, vieron a un gran tigre después de ellos. La primera cosa que el alumno quería hacer era salir corriendo, pero como  había estado estudiando y practicando la auto-disciplina, fue  capaz de detenerse para observar lo que su maestro iba a hacer.

«¿Qué vamos a hacer maestro?» Preguntó el alumno.

El maestro lo miró y respondió con voz tranquila:

«Hay varias opciones. Podemos llenar nuestras mentes con el miedo paralizante que nos impide movernos, y dejar que el tigre haga con nosotros lo que quiera. No podemos desmayar. Podemos huir, pero luego el tigre irá después por nosotros. Podemos luchar con él, pero físicamente es más fuerte que nosotros».

«Podemos orar a Dios para salvarnos. Podemos elegir usar el poder de nuestra mente para influir en el tigre , si nuestra concentración es lo suficientemente fuerte.  También podemos concentrarnos y meditar en nuestro poder interior, y en el hecho de que somos uno con el universo entero, como el tigre, y de esta manera influir en su alma. »

«¿Qué opción eliges?»

«Tú eres el maestro. Tú me dirás qué hacer. No tenemos mucho tiempo». El alumno respondió.

El maestro volvió su mirada sin temor hacia el tigre, vació su mente de todo pensamiento, y entró en un profundo estado de meditación. En su conciencia, abrazó a todo en el universo, como el tigre. En este estado la conciencia del maestro se convirtió en uno con la conciencia del tigre.

Mientras tanto, el alumno comenzó a temblar de miedo, pues el tigre ya estaba muy cerca, listo para dar un salto hacia ellos. Se sorprendió al ver cómo su maestro podía quedarse tan tranquilo y distante en la cara del peligro.

Mientras tanto, el maestro continuó meditando sin miedo. Después de un rato, el tigre paulatinamente bajó la cabeza y la cola y se fue.

El alumno preguntó a su maestro con asombro: «¿Qué hiciste?»

«Nada. Sólo limpié todos los pensamientos de mi mente y me uní en el espíritu con el tigre. Nos hicimos unidos en la paz en el plano espiritual. El tigre sintió la calma interior, la paz y la unidad y no sentía la amenaza o la necesidad de expresar la violencia , y así fue. »

«Cuando la mente está en silencio y  calma, su paz se transmite automáticamente a todo y a todos a su alrededor, influyendo en ellos profundamente», concluyó el maestro.

La percepción de tí mismo tiene un enorme impacto en cómo te perciben los demás. Confianza en sí mismo es la diferencia entre sentirse imparable y sentirse asustado de su ingenio.

Aquí te relacionamos algunas estrategias que ayudan para construir y aumentar la confianza en sí mismo.

1. Viste Bien

Aunque la ropa no hace al hombre, sin duda la forma en que te vistes afectará  la forma en que te sientes. Nadie es más consciente de tu apariencia física que tú mismo. Cuando no te ves bien, cambia la manera en que te comportas e interactúas con otras personas. En la mayoría de los casos, las mejoras significativas se pueden hacer por bañarse y afeitarse con frecuencia, usar ropa limpia, y conocer los estilos más recientes. Además de vestirte adecuadamente para la ocasión en que estés.

Esto no significa que tengas que gastar mucho en ropa. En lugar de comprar un montón de ropa barata, compra la mitad de muchos artículos selectos y de alta calidad. En el largo plazo, este gasto disminuye debido a que ropa de buena calidad se desgasta menos y te dura más tiempo. Comprar menos también ayuda a reducir el desorden en el armario.

2. Camina más rápido

Una de las maneras más fáciles para contar cómo una persona se siente acerca de sí misma es la de examinar su paso. ¿Es lento? ¿cansado? ¿O es enérgico y decidido? Las personas con alta confianza  caminan rápido. Tienen lugares para visitar, personas para ver, y  trabajo importante por hacer. Incluso si no tienes prisa, puedes aumentar tu confianza poniendo un poco de ánimo en tu paso.

3.
Lleva una buena postura

Del mismo modo, la forma en que una persona lleva su cuerpo, cuenta una historia. Las personas con los hombros caídos y movimientos letárgicos muestran una falta de confianza en sí mismos. Ellos reflejan que no están muy entusiasmados con lo que están haciendo y que no se consideran importantes. Al practicar una buena postura, automáticamente te sentirás más seguro. Párate derecho, mantén la cabeza erguida, y haz contacto visual. Vas a hacer una impresión positiva en los demás y al instante te sientes más alerta y con poder.

4. Realiza tu propio comercial

Una de las mejores maneras de construir la confianza está escuchando un discurso de motivación. Por desgracia, las oportunidades para escuchar a un gran orador son pocas y distantes entre sí. Puedes cubrir esta necesidad mediante la creación de un comercial personal. Escribir un discurso 30-60 segundos que pone de relieve tus puntos fuertes y tus objetivos. A continuación, recítalo frente al espejo en voz alta (o en el interior de tu cabeza, si lo prefieres) cada vez que necesites una inyección de confianza.

5. Gratitud

Cuando te centras demasiado en lo que quieres, la mente crea razones por las que no se puede tener. Esto te lleva a vivir en tus debilidades. La mejor manera de evitar esto es centrarte conscientemente en la gratitud. Dedica un tiempo cada día a realizar una lista mental de todo lo que tienes que estar agradecido. Recuerda tus éxitos del pasado, las habilidades únicas, las relaciones amorosas, y el impulso positivo. Te sorprenderás de lo mucho que tienes a tu favor y te motivará para dar el siguiente paso hacia el éxito.

6. Saluda a otras personas

Cuando pensamos en forma negativa acerca de nosotros mismos, a menudo proyectamos que sentir a los demás en forma de insultos y chismes. Para romper este ciclo de negatividad, adquiere el hábito de alabar a otras personas. Niégate a participar en chismes y comentarios degradantes, por el contrario busca resaltar lo más bonito o admirable de las personas que te rodean. Cuando buscas lo mejor en los demás, indirectamente, sacas lo mejor de ti mismo.

7. Siéntate en primera fila

En las escuelas, oficinas, y las asambleas públicas en todo el mundo, las personas se esfuerzan constantemente por sentarse en la parte posterior de la habitación. La mayoría de la gente prefiere la parte de atrás porque tienen miedo de ser notado. Esto refleja una falta de confianza en uno mismo. Al decidir sentarte en la primera fila,  puedes superar este miedo irracional y construir confianza en ti mismo. También serás más visible para las personas importantes que hablan de la parte frontal de la habitación.

8. Habla

Durante las discusiones de grupo muchas personas nunca aportan nada porque tienen miedo a que la gente los juzgue por decir algo estúpido. Este temor no está realmente justificado. De hecho la mayoría de la gente está luchando con los mismos temores. Al hacer un esfuerzo para hablar al menos una vez en cada grupo de discusión, te convertirás en un mejor orador público, ganarás más confianza en tus propios pensamientos, y podrás ser reconocido como un líder por tus compañeros.

9. Resuelve

La condición física tiene un efecto enorme en la confianza en uno mismo. Si estás fuera de forma, te sentirás inseguro, poco atractivo, y menos energético. Tener la disciplina para hacer ejercicio no sólo te hace sentir mejor, también te crea un impulso positivo que permanece constante en el resto del día.

10. Enfócate en el aporte

Con demasiada frecuencia nos vemos atrapados en nuestros propios deseos. Nos centramos demasiado en nosotros mismos y no lo suficiente en las necesidades de otras personas. Si dejas de pensar en ti mismo y te concentras en qué le estás dejando, enseñando o aportando al resto del mundo, no te preocuparás tanto en los defectos propios. Esto aumentará la confianza en ti mismo y tu aporte a la sociedad será más eficiente. Cuanto más aportes al mundo más serás recompensado con el éxito personal y el reconocimiento.

Hay momentos en los que lo que haces o el fruto de tu trabajo no recibe la atención que quisieras de parte de tu jefe, compañeros, clientes pareja, etc. En esos momentos es fácil darse por vencido,  ahogarse en la autocompasión o la inseguridad, lo que conduce finalmente a renunciar o simplemente a no realizar las cosas de la mejor manera posible.

Sin embargo, es en esos momentos en que podemos demostrar nuestra verdadera fortaleza y nuestra determinación para el éxito. Esos momentos distinguen a los ganadores de los que nunca van a hacer algo grande.  sostener

¿Qué es entonces que podemos hacer para mantener la motivación cuando todo parece estar volviéndose en contra de nosotros?

  1. El modo de pensar.
    La mente lo es todo. Si dejas de actuar desde una mentalidad de miedo y empiezas a tener confianza en el mundo y en ti mismo, tu punto de vista y por consiguiente toda la vida va a cambiar. Te sentirás más feliz, más equilibrado, y más fuerte, lo que se verá reflejado en tu trabajo y  rendimiento.
  2. La gente.
    Las personas que te rodean son cruciales. ¿Te están derrumbando? ¿Están tratando de mantenerte pequeño? ¿Están afectando tu estado de ánimo de manera negativa? ¿Limitan tu pensamiento?No importa lo fuerte que eres, no importa tu confianza, cuando pasas mucho tiempo con personas que tienen una mentalidad limitada, te afectan personalmente y en última instancia pueden obstaculizar tu desempeño.Sin embargo, si buscas personas que comparten tu visión, o que ya han alcanzado el éxito más allá de  tu situación actual, automáticamente puedes soñar en grande y lograr más. Estas personas te empujarán a aumentar tu rendimiento y ellos estarán allí para celebrar tus éxitos o mantener la motivación cuando las cosas se ven pálidas.
  3. La Inspiración.
    Esto es básico y le inyecta de gasolina al motor para alcanzar sueños. Para conseguirlo puedes leer libros, asistir a clases, escuchar podcasts, encontrar un grupo de expertos o asistir a conferencias. La inspiración está en todas partes. Sólo tienes que encontrarla. No importa la gravedad de la situación siempre puedes encontrar a alguien que ha estado donde tú estás, pero no se rindió y terminó teniendo un éxito inmenso.
    Al alimentar tu cerebro con esta información positiva y alentadora, tus pensamientos se transforman y actúan como un catalizador para reforzar lo que necesitas. Al mismo tiempo, puedes aprender de esta gente y encontrar nuevas formas de pensar y que te den luz en lo que haces.
  4. Los Objetivos.
    Estos son básicos tanto para querer crear un negocio exitoso o como en la vida en general. Necesitas tener un objetivo claro y tangible y los planes de acción que puedes implementar. Cuanto más precisos los objetivos mejor. Cuanto más detallados los planes de acción más productivos. Sentarse a escribir los objetivos puede ser aburrido y la mayoría de la gente prefiere pasar su tiempo de diferentes maneras. Pero cuando no sabes en qué dirección quieres ir, no se puede esperar mantener la motivación en tiempos difíciles.
    Saber exactamente lo que quieres lograr te ayudará en el camino y esta es la forma más segura de estar siempre en enrutado, motivado y trabajando duro.
  5. Persistencia.
    Cuando pasamos por malos tiempos parece que nos estamos desgastando en vano, pero  si realmente quieres conseguir algo, tienes que persistir. Una frase célebre de Winston Churchill y muy acertada nos sirve: “El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”. Sigue adelante. Da un paso a la vez, pero nunca pierdas de vista tu meta.

¿Alguna vez has tenido que decir no y sientes que se genera conflicto acerca de ello? Muchas veces nos envolvemos en una gran tormenta al pensar que vamos a cometer un horrible crimen diciendo  «no». En nuestras mentes, tenemos miedo de que la otra gente enfadará, o consideramos que vamos a hacer las cosas difíciles a los demás.

La cosa es que muchos de estos pensamientos son de creación propia, y no real. Decir no es realmente un privilegio, y no debe ser tan difícil como parece. Se trata de aprender cómo hacerlo. Aquí hay 6 consejos sencillos para aprender a decir no:

  • Darse cuenta de que está bien decir que no
    No importa con quién está hablando y cuál es la situación, tienes el derecho a decir no. La única razón por la que sientes que no tienes ese derecho se debe a que elijas  renunciar a esta opción frente a los demás. En lugar de pensar que no podemos decir que no, se trata de aprender cómo se dice y proponerlo de una manera que la otra parte pueda entender y aceptar.
  • Conoce tus prioridades
    ¿Cuáles son tus principales objetivos este año, o mes? ¿Prefieres pasar el tiempo en estas metas o en este nuevo compromiso? Conocer tus objetivos refuerza sus razones para decir que no. Conociendo mi visión y los planes que he hecho es mucho más fácil decir que no. En última instancia, todo lo que vivimos y la manera como lo hacemos dependen de nuestras decisiones y actos.
  • Anota todo primero
    Si es una decisión que te está taladrando la cabeza y tienes tiempo de responder y le das vueltas y vueltas pero no estás seguro de cómo empezar, lleva todo lo que sientes en tu mente por escrito. Pueden ser pensamientos de frustración o duda. Tratarlo como un proyecto de respuesta por escrito. El proceso de hacer esto ayuda a poner en orden tus pensamientos. Después de terminar de volcar tus pensamientos, encontrarás mucho más fácil encontrar la respuesta real a partir de ahí.
  • Mantenlo  simple
    No hay necesidad de explicar el exceso de ti mismo. Basta con decir que no, y dar la razón clave de por qué. Algunas personas pueden caer en el error de escribir una carta larga explicación / correo electrónico, y es innecesario. No sólo confunden la otra parte con los detalles, sino que también debilita tu posición.
  • Proporcionar una alternativa
    Esto no es necesario, pero si te sientes mal por decir que no, puedes brindar una opción alternativa para amortiguar el efecto. Por ejemplo, si la persona quiere trabajar en un proyecto contigo, pero no puedes comprometerte con ella, podrías recomendarle algunas pistas que  pueden hacer el trabajo igual de bueno como tú. De esta manera, la persona no se quedará colgado/a y puede buscar estas opciones en su lugar.
  • Sólo decir que no
    A veces me pregunto cómo decir no, y al final concluyo con un simple «lo siento, pero me temo que no puedo asumir» como respuesta. Sorprendentemente, me doy cuenta que la otra parte lo entiende y muchos de los conflictos que tengo con decir que no son más mis propios delirios que cualquier otra cosa! Mientras seas sincero, franco y respetuoso de la otra parte en la respuesta, no debe haber ninguna razón por la cual decir no sería un problema.