El acto de comer que realizamos diariamente es instintivo y básico, pero se ha convertido en algo totalmente mecánico, igual que la respiración, los hacemos sin percatarnos de ello. Si tomamos en cuenta que de estas actividades depende la energía para desarrollar nuestra vida, debemos darle la importancia que se merecen.
Aquí algunos puntos importantes para tener en cuenta a la hora de comer:
Tomarse su tiempo: Dedicar por lo menos media hora para cada comida principal, siendo conscientes de que los nutrientes que estamos ingiriendo son los que construirán nuestro cuerpo. Podemos reflexionar en cuál es el origen de estos alimentos y agradecer a la naturaleza por el proceso que ha realizado y que nos ha permitido tenerlos en nuestra mesa.
Generar un ambiente adecuado: Tradicionalmente el momento de tomar los alimentos y comer ha sido el momento de reunión con la familia y amigos para compartir experiencias gratas y fortalecer lazos de las relaciones. Desafortunadamente estas costumbres en algunos hogares se han ido perdiendo o las familias reduciendo, lo importante es que así estemos solos podamos sentir la calidez y disfrutar con todos los sentidos ese momento.
Concentrarnos en ello: No entretener la mente realizando alguna otra actividad simultánea como hablar por teléfono(se debería en lo posible desconectar en ese momento), o viendo televisión y mucho menos noticias angustiantes que a nivel inconsciente generan tensión interna y bloqueos que impiden que nuestros órganos realicen una buena labor de digestión.
“La comida entra por los ojos”: Y por los sentidos en general, un plato con variedad de colores nos provoca y nos llama la atención, así como el disfrutar su aroma y luego sentir las diferentes texturas a través de nuestras manos y con el gusto en nuestra boca.
La digestión empieza en la boca: Con el proceso de masticación y combinación de las dos enzimas presentes en la saliva ptialina y lisozima que permiten la descomposición del almidón en moléculas más pequeñas y eliminación de bacterias, respectivamente. Por eso debemos masticar bien los alimentos, hace tiempo escuché que 72 veces cada bocado, después he leído que 60 veces, 32 veces. Más práctico que ponernos a contar las veces que masticamos que a la larga nos impresionaría y quedaríamos con dolor de mandíbula es tener presente que al masticar debemos llegar al punto de “beber los sólidos” y “masticar los líquidos”.
Información de Saciedad: Al estar concentrados en nuestro alimento y el proceso de digestión que estamos realizando podemos también sentir el punto exacto de satisfacción sin tener que ingerir más de lo que necesitamos. Cuando comemos distraídos viendo tv, leyendo un libro o cualquier otra actividad, el cerebro puede no alcanzar a enviar la información de saciedad a tiempo a nuestro estómago y comemos de más. El estómago es un órgano muy flexible y se estira cada vez que agregamos alimentos de más a tal punto de ir aumentando su tamaño. Para que el estómago realice su función correctamente debe estar lleno entre un 80 a 60%. El 20 a 40% libre lo necesita para remover bien sus contenidos. El aumento del tamaño el estómago se evidencia claramente en abultamiento abdominal que impide lucir una figura esbelta.
Si tenemos siempre presente la premisa de “vivir el momento presente al máximo como si fuera el último de nuestra vida”, incluso al momento de comer, nos podremos concentrar y disfrutar de esta necesidad básica para nuestro cuerpo y mente cumpliendo total y placenteramente su función de reconstrucción de nuestro organismo.